a celebrar o no celebrar

Photo credit: Theresa Thompson / Foter / CC BY

Photo credit: Theresa Thompson / Foter / CC BY

¡Celebré mi cumpleaños la semana pasada!

Hace años, yo no tenía ganas de publicar este hecho. No era que yo quería ocultar mi edad; es que nunca he sido una de las que disfrutaba de toda la atención enfocada que un cumpleaños implica. Yo no soy aficionada de las fiestas de cumpleaños (aunque ha habido algunas excepciones) y definitivamente no me gustan las fiestas de cumpleaños sorpresa. (Probablemente tiene algo que ver con el deseo de control. Eso debe ser obvio si hayas leído muchos de mis posts! 🙂 )

A pesar de esos antecedentes históricos, he cambiado de tono cuando se trata de celebraciones de cumpleaños. Estoy segura de que mis años viviendo en México tenían algo que ver con mi nueva actitud. En México, siempre hay una buena razón para una fiesta! La celebración es una parte importante de la vida. Cumpleaños, sobre todo, reciben mucha atención… abrazos, llamadas telefónicas, palabras de afirmación, canciones, regalos, pasteles, piñatas, comidas especiales, fiestas… ¡todo vale! En una la iglesia, el cumpleañero a menudo se pone de pie frente la congregación y da gracias a Dios por el regalo de un año más de vida.

Esa tradición tocó mi corazón.

A mi edad, ahora de 54 años, he tenido que despedirme a muchas personas – muchas que fueron más jóvenes incluso que yo. Soy muy consciente de que no todas las personas tienen la oportunidad de celebrar los 54 años de vida. Soy bendecida. No quiero tomarlo por sentado.

En lugar de ignorar el logro, quiero ser agradecida.

Así que… las fiestas aún no son mis medios favoritos de celebración, pero me gusta pasar tiempo de calidad con la gente que quiero; me gusta mucho escuchar de la familia y los amigos; y me encanta hacer algo especial o ir a algún lugar divertido para intencionalmente reconocer el hito y expresar mi gratitud. (¡Este año fue un día en el parque de Hollywood Studios con mi marido maravilloso!)

El cumpleaños se ha convertido en una celebración muy digna para mí.

¿Cómo te sientes acerca de celebrar tu cumpleaños? ¿Cuáles son algunas cosas especiales que haces para reconocer el día?

¿descansar es desperdiciar?

bedroom Yo crecí con un padre militar que trabajaba duro. Como niños, trabajábamos también – en la casa, jardín o el huerto de manzanas. Cinco hijos significaban que había siempre un montón de quehaceres. A mi papá le gustaban el deporte y las actividades al aire libre, por lo que a menudo nos despertamos temprano para escalar montañas o esquiar o jugar tenis. La única vez que pudimos descansar en el sofá o ver la televisión era cuando estábamos enfermos – muy enfermos.

No sorprende que sigo trabajando duro y muchas veces he sentido culpable por descansar. No estoy muy ocupada con la jardinería o la limpieza de la casa hoy en día, pero me gusta mucho mi trabajo y me gusta estar activa. No me gusta tanto dormir y yo rara vez veo la televisión… pero, sí, estoy aprendiendo a descansar.

El descanso no es simplemente dormir o la falta de actividad física, aunque ciertamente puede implicar eso. Los diccionarios dicen que el descansar incluye relajarse, refrescarse y recuperar fuerzas. Una definición incluye una paz de la mente o del espíritu y el estar libre de ansiedad o perturbación. Otra definición menciona un periodo o intervalo de reposo, soledad o tranquilidad.

No importa lo mucho que nos gusta lo que hacemos, o la cantidad de trabajo que creemos que tenemos que hacer, descansar es poderoso… y necesario. Leí un buen post de Michael Hyatt esta semana acerca del descanso y me ayudó a reflexionar sobre algunas buenas razones por descansar:

Descansar aumenta la fuerza física. Los atletas y los entrenadores saben que después de un entrenamiento desafiante, el cuerpo necesita descanso para recuperarse, prevenir lesiones y aumentar la resistencia. El sueño, el estirarse, la hidratación y la nutrición son muy importantes. A medida que envejezca yo, lo experimento más y más.

Descansar profundiza las relaciones. Tiempos relajantes con los amigos y la familia me dan oportunidad para la plena participación y la interacción de calidad. El jugar, largas conversaciones, el compartir cuentos y la risa me ayudan a sentir renovada y me proporcionan conexiones y comunidad. Cuando estoy bien descansada, tengo más que ofrecer a los demás.

Descansar vigoriza la mente. Si paso mucho tiempo sin descanso para mi mente, mi cerebro se siente como huevos revueltos y lucho para ordenar mis pensamientos y sentimientos. Cuando me alejo de la lista diaria de quehaceres y ansiedades para soñar y dejar que mi mente divague, encuentro que puedo pensar con claridad acerca de los asuntos menos urgentes, pero muy importantes, como los planes de futuro, reflexiones del pasado y la creatividad.

Descansar rejuvenece el alma. Según la Biblia, ¡aún Dios descansó! 🙂 El apartarme de mis responsabilidades por un rato me recuerda que no soy lo más importante. Tiempo para respirar profundamente, orar y escuchar con calma me ayudan a encontrar la perspectiva correcta y la paz.

Para descansar se utiliza a menudo un apoyo, como un apoyabrazos o una mentonera. Esto me recuerda que a menudo necesito a otras personas que me ayuden a descansar. Estoy muy agradecida por los en mi vida que descansan bien y que me animan a descansar también.

Bueno, ahora que he terminado este post, ¡me voy a descansar mientras veo un partido de la Copa Mundial!

¿Sientas culpable por descansar? ¿O eres tú una persona que ayudas a que otra gente se relaje? ¿Qué haces para descansar bien?

_____

También te recomendo leer: un ritmo para descansar

aprendiendo a estar agradecida

muchas graciasYo no soy muy buena demonstrando agradecimiento. Bueno, tal vez no soy tan mala cuando significa decir “gracias” a la camarera o al recepcionista del hotel. Eso lo hago bastante bien. Estoy menos rápida para expresar mi gratitud a las personas más cercanas a mí… mi marido, mi familia, mi Dios. Es un poco irónico, ya que ellos son los que me dan lo máximo y lo mejor de ellos mismos. Ellos dan durante un largo período de tiempo. Me dan bien.

Supongo que es esa misma consistencia que me lleva a darlos por sentado. Apenas noto el esfuerzo, o lo considero lo esperado y obligatorio… sólo una parte normal de la vida.

Pero el amor y el sacrificio no son ordinarios.

Cuando el esposo se queda con su esposa a través de tiempos difíciles y momentos tristes y se mantiene amando y riendo y dando y perdonando, eso es algo especial. Cuando los niños respetan y disfrutan a sus padres… y unos a otros… a pesar de las heridas y las diferencias y la distancia y el tiempo, eso es algo especial. Cuando Dios ama sin límites, sin condiciones y sin cesar, eso es algo especial.

No hay que darlo por sentado.

Quiero reconocer estos regalos especiales y ser más agradecida. El día de Acción de Gracias es un maravilloso tiempo de reflexión del año. Tristemente con frecuencia se pierde en medio de los otros días festivos; sin embargo es muy importante para mí. Necesito el recordatorio continuo.

Para que no sólo exija y asuma con los que amo… para que recuerde decir “muchas gracias”.

¿A quién quieres agradecer hoy?

¿tienes la actitud de gratitud?

Estos últimos días he estado sorprendida por un gran contraste en las muestras de agradecimiento.

En una ocasión, una compañera y amiga misionera recibió muchos favores y ayuda, pero hizo solamente comentarios negativos y de queja.

En otra situación, una señorita, por su propia iniciativa, dijo “gracias” varias veces, en medio de un muy ocupado horario, a la gente que había hecho algo lindo por ella.

En ambos casos, las acciones fueron tan notables que una tercera persona, impresionada por este comportamiento, se acercó a decírmelo. Desafortunadamente, una estaba muy animada, pero la otra se sentía frustrada y desilusionada.

He conocido personas que racionalizan su falta de agradecimiento con, “No le agradecemos a la gente por algo cuando solamente están haciendo su trabajo” o “No soy una persona orientada a los detalles. No escribo notas”. No me convencen. En mi opinión, éstas son sólo excusas para justificar la falta de gratitud y la falta de disposición para hacer un esfuerzo.

Hay muchas maneras de expresar gratitud. Cuando era pequeña, mi mamá me enseñó a escribir notas de agradecimiento por regalos o tratos especiales. Enseñamos a nuestros hijos a hacer lo mismo. También les enseñamos a dar “gracias” antes de cada comida, a comer mínimo “una probada” para mostrar gratitud por la comida ofrecida, y a agradecer a la cocinera antes de pararse de la mesa. Al vivir en un país extranjero, vimos muchas muestras de pobreza y necesidad, y nuestros hijos aprendieron a estar agradecidos por todo lo que tenían. En equipos, agradecimos de muchas maneras (diplomas, regalos, compensaciones financieras y de “días libres”).

A veces toma tiempo extra, esfuerzo o incluso un gasto para dar las gracias; es un hábito que aprendemos y podemos mejorar la mayoría de las veces solamente requiere una sincera actitud de gratitud. Yo sé que puedo crecer en mi actitud de agradecimiento… la foto que he agregado a este blog ha estado en facebook y Pinterest y me desafía grandemente.

También puedo aprender de ti… ¿Cómo es tu actitud de gratitud? ¿Cómo das las gracias?

un tributo a mamá

Hace años, escuché acerca de escribir un “tributo” a mi mamá. La idea es escribir una carta especial de agradecimiento; incluyendo historias, recuerdos, lecciones aprendidas y cómo su carácter ha influenciado en una manera positiva. Si es posible, léele el tributo personalmente… y después quizá puedes enmarcarlo para que lo disfrute los siguientes años. Mi esposo y yo llevamos a cabo la idea y nuestras madres han tenido el tributo colgado hasta el día de hoy.

Mientras leía el tributo hoy, veo tanto de ella en míMucho de lo que ella ha valorado, amado y disfrutado… son ahora parte de mí. Estoy agradecida de nuevo por la influencia que ella ha tenido y sigue teniendo en mi vida.

Como madre, es importante tomar un tiempo para reflexionar en lo que yo le he transmitido a mis hijos. Ellos siempre van a tener una parte de mí en ellos…

Me gustaría animarte a que hagas un tribute para tu mamá. Es muy posible que tu mamá no fuera perfecta… la mía no lo era, pero ella era la mamá que Dios escogió para darme la vida… y para que me moldeara en la persona que soy hoy. Escribir el tributo puede ser un ejercicio que Dios use para que proceses el dolor del pasado – o incluso del presente – para encontrar la manera de perdonar.

Si disfrutas una relación amorosa con tu mamá, una razón mayor para escribir el tributo – ¡hoy! El tiempo es oro y cada día es un regalo. No sabemos cuánto tiempo nos queda para honrar y agradecer a los que amamos… ¡hoy es un gran día para hacerle saber que la amas y la aprecias!

_________

¿Le has escrito un tributo a tu mamá?

(¡He incluido mi tributo para que sepas cuál es la idea!)