enfrentando nuestro miedo

fear ¿Qué te da miedo?

Yo no sé de ustedes, pero el miedo se ha convertido en un tema mucho más frecuente en estos días de lo que me gustaría. El terrorismo, los asesinatos basados ​​en el prejuicio, los robos violentos de hogares, las economías inestables, las elecciones de los líderes futuros, las enfermedades terminales… todos invaden a nuestros canales de medios masivos y a veces a nuestra vida personal.

La universidad de mi hija ha tenido dos amenazas de bomba en las últimas semanas. ¿Cómo puedo ayudarle a lidiar con la preocupación ineludible y el miedo que acompaña a sus días y atormenta a sus noches?

¿Cómo puedo reconocer a mis temores, pero no dejar que me controlen?

Yo sé que hay opciones básicas de sentido común que puedo poner en práctica – permanecer lejos de los alrededores obviamente peligrosos, tomar unas precauciones de seguridad, ahorrar dinero e invertir sabiamente, tomar decisiones informadas y proteger a mi salud de manera proactiva.

Sin embargo, esas acciones nunca me protejan por completo de la maldad, el quebrantamiento y dolor de este mundo.

Esa realidad provoca el miedo. Pero el miedo, más bien que me controle, puede ofrecerme una oportunidad para la reflexión, una oportunidad de considerar el peor de los casos… ¿y si me fuera a morir mañana? ¿Estoy listo?

¿Estoy en paz con mi presente?

¿Estoy viviendo cada día al máximo? ¿Tendría yo remordimientos si todo fuera a terminar mañana? ¿Permito que las cuestiones mezquinas me hagan enojada, frustrada, desanimada? ¿Tengo un conflicto no resuelto con alguien a quien amo? ¿He seguido mis sueños, dado mi todo, vivido por mis prioridades? ¿He expresado mi agradecimiento? ¿He abrazado y me he reído y he llorado?

¿Estoy en paz con mi futuro?

¿Sé adónde me voy cuando me muera? ¿Estoy segura o dudosa de esto? ¿Estoy todavía intentando merecer mi entrada al cielo? ¿El pensamiento del final de la vida me da la esperanza o el temor? Evito pensar en ese tema por completo? ¿Estoy en paz con Dios?

la paz

Si yo no tengo paz con ambos mi presente y mi futuro, ¿qué tengo que cambiar? ¿qué tengo que hacer de manera diferente con mi vida?

Una vez que la tengo, ninguna persona, lugar, ni filosofía puede robarme esa paz.

¿Cómo vences a tus miedos? ¿Cómo encuentras la paz?


Un buen artículo para leer más acera de Enfrentando lo inevitable.

¿descansar es desperdiciar?

bedroom Yo crecí con un padre militar que trabajaba duro. Como niños, trabajábamos también – en la casa, jardín o el huerto de manzanas. Cinco hijos significaban que había siempre un montón de quehaceres. A mi papá le gustaban el deporte y las actividades al aire libre, por lo que a menudo nos despertamos temprano para escalar montañas o esquiar o jugar tenis. La única vez que pudimos descansar en el sofá o ver la televisión era cuando estábamos enfermos – muy enfermos.

No sorprende que sigo trabajando duro y muchas veces he sentido culpable por descansar. No estoy muy ocupada con la jardinería o la limpieza de la casa hoy en día, pero me gusta mucho mi trabajo y me gusta estar activa. No me gusta tanto dormir y yo rara vez veo la televisión… pero, sí, estoy aprendiendo a descansar.

El descanso no es simplemente dormir o la falta de actividad física, aunque ciertamente puede implicar eso. Los diccionarios dicen que el descansar incluye relajarse, refrescarse y recuperar fuerzas. Una definición incluye una paz de la mente o del espíritu y el estar libre de ansiedad o perturbación. Otra definición menciona un periodo o intervalo de reposo, soledad o tranquilidad.

No importa lo mucho que nos gusta lo que hacemos, o la cantidad de trabajo que creemos que tenemos que hacer, descansar es poderoso… y necesario. Leí un buen post de Michael Hyatt esta semana acerca del descanso y me ayudó a reflexionar sobre algunas buenas razones por descansar:

Descansar aumenta la fuerza física. Los atletas y los entrenadores saben que después de un entrenamiento desafiante, el cuerpo necesita descanso para recuperarse, prevenir lesiones y aumentar la resistencia. El sueño, el estirarse, la hidratación y la nutrición son muy importantes. A medida que envejezca yo, lo experimento más y más.

Descansar profundiza las relaciones. Tiempos relajantes con los amigos y la familia me dan oportunidad para la plena participación y la interacción de calidad. El jugar, largas conversaciones, el compartir cuentos y la risa me ayudan a sentir renovada y me proporcionan conexiones y comunidad. Cuando estoy bien descansada, tengo más que ofrecer a los demás.

Descansar vigoriza la mente. Si paso mucho tiempo sin descanso para mi mente, mi cerebro se siente como huevos revueltos y lucho para ordenar mis pensamientos y sentimientos. Cuando me alejo de la lista diaria de quehaceres y ansiedades para soñar y dejar que mi mente divague, encuentro que puedo pensar con claridad acerca de los asuntos menos urgentes, pero muy importantes, como los planes de futuro, reflexiones del pasado y la creatividad.

Descansar rejuvenece el alma. Según la Biblia, ¡aún Dios descansó! 🙂 El apartarme de mis responsabilidades por un rato me recuerda que no soy lo más importante. Tiempo para respirar profundamente, orar y escuchar con calma me ayudan a encontrar la perspectiva correcta y la paz.

Para descansar se utiliza a menudo un apoyo, como un apoyabrazos o una mentonera. Esto me recuerda que a menudo necesito a otras personas que me ayuden a descansar. Estoy muy agradecida por los en mi vida que descansan bien y que me animan a descansar también.

Bueno, ahora que he terminado este post, ¡me voy a descansar mientras veo un partido de la Copa Mundial!

¿Sientas culpable por descansar? ¿O eres tú una persona que ayudas a que otra gente se relaje? ¿Qué haces para descansar bien?

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También te recomendo leer: un ritmo para descansar