preguntas para un destino

Roundabout Signage¿Has tenido alguna vez una conversación con alguien que sólo dio vueltas en círculos y terminó sin solución, pasos a seguir, o plan de acción? Eso está bien para algunas discusiones informales o ideológicas, pero una relación de coacheo ayuda al cliente a progresar hacia una meta.

Un proceso de coacheo efectivo comienza cuando el cliente (o cónyuge/hijo/compañero de trabajo/amigo) escoge una meta personal o profesional, y luego discute las opciones y barreras con la ayuda de preguntas abiertas y de sondeo de su coach. Una vez que el cliente escoge su mejor opción, es hora de dirigir la conversación hacia los pasos de acción.

Hace poco aprendí acerca de tres preguntas que el coach puede hacer para ayudar al cliente a avanzar: Directa, Reveladora y de Propiedad.

Preguntas DIRECTAS

Las buenas preguntas directas enfocan y retan, pero no amenazan ni juzgan. Son neutrales e indagan sin usar la culpa. Evitan usar la palabra “por qué”. Preguntan por acciones o decisiones y apuntan hacia un resultado positivo.

“¿Qué harás?” “¿Quieres enfocarte en XXX o en XXXX?”
“¿Qué has investigado?”
“¿Qué podrías necesitar hacer para garantizar una buena decisión?

Preguntas REVELADORAS

Las preguntas reveladoras ayudan a las personas a “salir del molde” cuando se sienten estancadas e incapaces de avanzar. Ayudan al cliente a descubrir las limitaciones (limitaciones físicas, finanzas, temor, prioridades, falta de información, etc) que ellos ven como obstáculos que no se pueden cambiar y a buscar alternativas creativas.

“¿Qué pasaría si pensaras fuera de la estructura normal?”
“¿Quién más puede ayudarte?”
“¿Qué podrías hacer diferente para tener más recursos disponibles?”
“¿Que si tuvieras cuatro horas extra en tu día?”
“Si esa persona difícil no estuviese allí, ¿qué harías?”

Otra opción es ayudarles a imaginar una nueva situación sin barreras... “Que si tuvieras todo el tiempo que necesitas, ¿qué harías?” “Si no pudieras fracasar, ¿qué intentarías?” “¿cómo sería tu trabajo ideal?”

Preguntas de PROPIEDAD 

Las preguntas de propiedad ayudan a las personas a evitar culpar a otros y tomar responsabilidad por la acción. Ayudan a eliminar justificación, excusas y pasividad, y en lugar de ello, apuntan hacia oportunidades de crecimiento.

“¿Qué podrías haber hecho que contribuyera al conflicto”?
“¿Cómo puedes hacer mejor las cosas?” “¿Qué podrías hacer diferente?”
“¿Qué paso quieres dar?” “¿Cómo quieres hacerlo?”

Un último tip de ayuda o dos… Cuando tus clientes hablen acerca de los pasos de acción, ayúdales a ser tan específicos como puedan e incluye líneas de tiempo.

Por lo general, en una situación de coacheo, el coach simplemente está ayudando al cliente a recordar o usar su propia información y conocimiento existentes. Si, como coach, sientes que la situación requiere de tu aportación, ¡pide permiso antes de hablar!

“¿Podría desafiarte en eso?”
“¿Estarías dispuesto a escuchar una perspectiva diferente?”

¡Estas preguntas pueden ayudarnos a salir del dar vueltas sin sentido y llevarnos a nuestro destino!

¿Cuál de estas preguntas podría ser de más ayuda para ti?

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Puedes encontrar la mayoría de estas preguntas y más en Coaching en Liderazgo por Tony Stoltzfus. ¡Recomiendo mucho el libro!

luchando contra la marea

¿Alguna vez has sentido que estás “nadando contra la corriente”? ¿Has sentido que la puerta que mantienes abierta tiene un fuerte resorte de tensión que la azotará cerrándola tan pronto la sueltes? ¿Alguna vez has sentido que tu arduo trabajo y pasiones son como un castillo de arena que es arrastrado por el agua cuando sube la marea?

En lo personal he estado luchando con esa clase de sentimientos en las últimas semanas. En una posición de liderazgo que tenía en el pasado, dí mi mayor esfuerzo para propiciar un cambio de cultura en el que firmemente creo. Algunas de las cosas que impulsábamos eran el liderazgo de equipo, equidad en el valor y desarrollo de mujeres y hombres, integridad en carácter y finanzas, y una disposición de evaluar los resultados con honestidad.

Junto con mi esposo, tratamos de dirigir con el ejemplo; proveemos materiales y capacitaciones; honramos a aquellos compañeros de trabajo que demostraban los valores que nos distinguían, y celebramos el ambiente y crecimiento que resultaba de nuestros esfuerzos. Fue un arduo trabajo en donde había resistencia y ataques personales, y pagamos el precio física, emocional y relacionalmente.

De igual manera, fuimos bendecidos con el apoyo y motivaciones de unos compañeros, mentores, y la emoción de ver vidas transformadas. En su momento, pensé que el sueño de relaciones sanas y de una organización sana valía la pena todo ese dolor.

Lamentablemente, hoy en día mirando hacía atrás en esa experiencia, cuestiono más… mucho de lo que “construimos” ha desaparecido. Muchas cosas son diferentes; el ambiente, las personas, los resultados… Me pregunto, ¿Todo mi arduo trabajo logró algo en realidad? ¿Valió la pena la subida cuesta arriba tan solo por un cambio a corto plazo, un cambio superficial?

He aprendido mucho acerca de trabajar siendo líder. Ahora necesito aprender a soltar. Necesito vivir con la tensión entre el deseo por dejar un legado… y el contentamiento de haber dado lo mejor de mí cuanto me tocó hacerlo.

¿Tienes algún consejo para mí? ¿Qué haces cuando tu arduo trabajo es arrastrado por la marea?

correr por mi vida

runner free digital photo Sura Nualpradid

Mi cumpleaños me hizo pensar en cómo quiero invertir los siguientes años de mi vida. A menudo la salud física contribuye a alcanzar otros sueños, así que me motivé para perder peso e incrementar mi rutina de correr.

En el proceso aprendí acerca de alcanzar otras metas en la vida:

  • Mejorar toma tiempo – Generalmente no soy una persona paciente; prefiero resultados instantáneos. Sin embargo, estoy aprendiendo a perseverar y confiar en el proceso. Hubo semanas que no perdí ni un gramo. Me quise dar por vencida, pero si seguía haciendo las cosas correctamente, finalmente bajaba de peso. También a veces quiero darme por vencida en otras áreas de la vida – hábitos que no puedo dejar, cambios que no puedo hacer, relaciones que no funcionan como yo quiero. Si dejo de intentar, garantizo que no voy a mejorar nada, pero si le doy tiempo y hago las cosas correctas, ¡potencialmente veré resultados!
  • Mejorar cuesta trabajo – Nunca me ha gustado correr; para mí es pura disciplina. Algunos días me siento muy bien; otros días mis pies sienten como plomo. Frecuentemente si me esfuerzo y paso las primeras incomodidades, me empiezo a sentir mejor y llego más lejos de lo que pensé. Ningún gran atleta alcanza el éxito sin practicar constantemente, sin mucho sudor y sin dolor. Tampoco yo mejoraré – personal o profesionalmente – sin hacer un esfuerzo intencional. He encontrado que una evaluación honesta (como un 360) y un plan personal de desarrollo, acompañado de un mentor o asesor pueden ayudar mucho a que crezca y mejore.
  • Planea para días fáciles y días difíciles – Un plan de entrenamiento permite días intensos y días de descanso. El sobre esforzarse todos los días inevitablemente resultará en lesiones y en agotamiento. La vida es similar. Hay días cuando tengo que dar más de lo que tengo para poder manejar un conflicto, servirle a alguien o cumplir con algo a tiempo; hay días cuando necesito descansar. Sin descanso, no tengo la energía que necesito para los tiempos difíciles; estoy resentida y cansada. Cuando estoy regularmente refrescándome y rejuvenecida, tengo la energía y la fuerza que necesito para hacer ese esfuerzo extra – aún cuando es difícil.
  • Soy única – Mi esposo puede comer muchas más calorías que yo y todavía perder peso. Pero, no soy mi esposo y mi plan para perder peso no es el mismo que el de él; mi plan para el ejercicio no es el mismo que el de él… ¡tampoco mi plan de vida es igual que el de él! Necesito dejar de compararme – ¡y de quejarme! – y encontrar lo que va a funcionar para mí. Muchas veces quiero “copiar y pegar” los dones, habilidades y experiencias de alguien más en mi propia vida, pero Dios tiene un plan singular e individual para mí. 
  • Mejorar se pone más difícil – Mucha gente puede correr una milla o unos primeros kilos, pero mantenerse en el peso ideal o correr un maratón es un desafío más grande. Por más que me hubiera gustado “merecer” un camino más fácil por mis logros pasados, así no es cómo funciona la vida real. En lugar de eso, mientras más grande estoy, mientras más responsabilidades tengo, mientras más liderazgo tomo, ¡es más difícil mejorar! No hay “bajada”; siempre habrá “subidas” y no quiero que esta verdad me sorprenda ni me desanime.
¿Cuáles principios te ayudarán a alcanzar a tus metas?