¿Haces preguntas de impacto?
Durante las últimas semanas he estado aprendiendo acerca de escuchar activamente; ahora estoy aprendiendo acerca de cómo hacer buenas preguntas. Nuevamente, me sentí confrontada y retada por todo lo que puedo mejorar, especialmente si quiero mostrar respeto y permitirle a la otra persona proponer sus propias respuestas.
Soy especialmente desafiada a observar esta actitud clave… ¿Tengo el mejor concepto de la persona y de su habilidad para resolver su(s) propio(s) problema(s), o simplemente quiero que haga lo que yo quiero que haga?
Es posible que ya reconozcas algunas de estas preguntas, pero si eres como yo, habrán algunas nuevas en la lista y/o algunas que puedes utilizar con más frecuencia… ¡disfruta el repaso!
PREGUNTAS ABIERTAS / CERRADAS
Una pregunta cerrada es aquella que puede ser contestada solamente con una simple respuesta de “sí” o “no”. No invita a ir más allá en la conversación o compartir con profundidad. Por otro lado, una pregunta abierta no tiene respuesta correcta o incorrecta, y puede ser contestada de muchas maneras diferentes.
SUGERENCIA CLAVE: Casi todas las preguntas cerradas pueden convertirse en una abierta al añadir “cómo“, “qué“, “cuál“ o “quién” al inicio.
Ejemplos: “”¿Realizaste tus pasos a seguir esta semana?” “No.” (Cerrada)
“¿Qué hiciste para realizar tus pasos a seguir esta semana?” ….. (Abierta)
PREGUNTAS ORIENTADAS A LA SOLUCIÓN / MÁS AMPLIAS
Las preguntas orientadas a la solución por lo general son bien intencionadas, pero en realidad son sólo respuestas predeterminadas en forma de pregunta. (¡Ésto fue muy desafiante! Sé que con frecuencia estoy intentando saber cómo resolver la situación mientras escucho. 😦 ) Una pregunta más amplía le permite a la otra persona hacerse cargo de pensar en las soluciones.
Ejemplos: “¿Qué te parece tomar un curso en eso? (Orientada a la Solución)
“¿De qué manera podrías aprender más acerca de eso”? (Más Amplia)
PREGUNTAS DE SONDEO:
Las preguntas de sondeo exploran y reúnen mayor información. Son neutrales y ayudan a que la persona se mantenga hablando.
Sugerencias Claves: Evita las preguntas “¿Por qué hiciste…?” y recuerda que el 80% del “tiempo aire” es para la persona a quien estás coacheando. Sólo el 20% es para el coach.
Ejemplos: “Dime un poquito más acerca de eso.”
“¿A qué te refieres cuando dices ___________?”
“¿Cómo te hizo sentir eso?”
Si pruebas algunas de estas preguntas esta semana, ¡hazme saber cómo te fue!
¿Qué otras preguntas agregarías a esta lista? (¡Observas mi amplia y abierta pregunta de sondeo 🙂 )
** Estás son buenas preguntas para motivar el proceso de pensamiento. ¡La próxima semana veremos unas preguntas que se usan para ayudar a las personas a realizar pasos de acción!