tensión familiar

rope_tensionPasé las vacaciones con mis hijos, mi hermano y mis hermanas, mi mamá (y su esposo por más de 25 años) y mi papá. Pasamos un tiempo divertido, lleno de risas, para crear nuevos recuerdos juntos. Hubo también algunos conflictos, diferencias de opinión y sentimientos heridos. 

Hubo tensión.

El diccionario define la tensión como estirar, tirar o estresar, mental o emocionalmente. Puede incluir inquietud, nerviosismo, ansiedad o una relación tensa. Resulta en tener que tratarse “con pinzas” o se puede llegar a alcanzar un nivel de hostilidad.

La tensión también puede tener un propósito positivo. La tensión es necesaria para que una máquina de coser teja bien los hilos juntos, para que un arco lance la flecha a su destino, para que el nudo de marinero amarre fuerte. Los cables de alta tensión transportan la energía eléctrica a través de largas distancias. La tensión es algo que deseamos en la correa del alternador del auto, del aire acondicionado y de las aspiradoras. Según la pirámide de Fretag, creamos tensión intencionalmente al escribir una novela de ficción exitosa. La tensión arterial mantiene la presión de la sangre en la arteria; la tensión superficial preserva la integridad de una superficie y la tensión de los tejidos permite un estado de equilibrio ente los tejidos y las células. La tensión sexual puede crear mayor gozo entre una pareja de esposos.

Todo esto para clarificar que…

no toda la tensión es mala.

Una de las tensiones que experimenté fue entre las tradiciones de “mi” familia y las tradiciones del resto de la familia. ¿Te has dado cuenta? ¡Hay mucha variedad en la manera en que la gente celebra las fiestas decembrinas! No hay una manera correcta o incorrecta; es mucho más complejo que eso. Así que cuando viajo para el día de Acción de Gracias o paso Navidad o cualquier otro evento importante con otros familiares siempre añoro un poco mis propias preferencias… y extraño un poquito de la manera en que me gusta hacer las cosas. Por otro lado, gano la riqueza de nuevas experiencia y de la unidad familiar. Esta tensión no es necesariamente mala; es útil darse cuenta y procesarla.

¿Cómo manejas la tensión generada por las tradiciones familiares? 

Otra tensión que tuve que manejar fue la de las relaciones debido a las diferentes personalidades, expectativas, estilos de comunicación y la resolución de conflictos. Mis hermanas y yo somos muy diferentes. Estamos enfrentando desafíos y decisiones acerca de nuestros padres; tenemos diferentes opiniones sobre las opciones y usamos diferentes métodos para expresar esas opiniones. No siempre estoy segura si debo presionar para tener una discusión o si darle a mi hermana tiempo y espacio. Intelectualmente sé que nuestras diferentes perspectivas, consideradas con respeto, al final nos van a llevar a alcanzar mejores soluciones. Emocionalmente estoy aprendiendo a aceptar – y no tener miedo – de la tensión.

¿Cómo manejas la tensión de las relaciones familiares?

Otra tensión surgió como resultado de la interacción con mis hijos. Mientras crecían y maduraban, he luchado con cuando debo “jalarles las orejas” para restringir y proteger…y cuando confiar en ellos y hacerme a un lado. Ahora que ya son grandes, todavía lucho con cuándo ofrecerles mi consejo y mi “entrenamiento”… y cuando solamente darles gracia, creer lo mejor y confiar en que tomen sus propias decisiones. Como padres, les hemos enseñado nuestros valores y las pasiones de nuestro corazón, ahora ellos escogen su propio camino. A veces me preocupo. A veces tenemos conversaciones muy profundas. A veces oro y encuentro paz. Cualquiera que sea el caso, reconozco que esta tensión es buena – significa que todos estamos creciendo y cambiando.

¿Cómo manejas las tensiones de saber “¿cuál es mi rol?”?

Las tensiones de la vida me están estirando. Estoy reconociendo mi propio egoísmo, mis reacciones inapropiadas e inadecuadas y espero crecer más para manejar mejor la tensión. La tensión llegó para quedarse; quiero aceptar la tensión y los beneficios que puede traer a la vida.

un lugar para crecer, un lugar para pertenecer

Estamos terminando un poco más de 17 años de ministerio en México; estamos acomodando nuestras cosas, pasando la estafeta… y mi esposo ha estado “subiendo” fotos (muy) viejas a Facebook. Algunos de esos años de ministerio fueron increíbles –mucho crecimiento, emoción, impacto. Al reflexionar en ese tiempo, me di cuenta de que estábamos viviendo nuestros valores. Esos valores todavía son relevantes hoy en día a medida que avanzamos hacia el siguiente paso…

Fe: Todos confiamos en Dios para cosas grandes y tomamos pasos de fe. Mudamos a nuestra familia – con cuatro niños pequeños – a otro país y comenzamos algo nuevo donde no había nada. Dirigimos un equipo internacional; muchos de ellos también habían salido de su zona de comodidad y dejado sus hogares. Los estudiantes dieron pasos de fe para comenzar una relación con Dios aún cuando experimentaron el rechazo de sus amigos y de su familia. Los coordinadores y los estudiantes compartieron valientemente con otros, tomaron nuevas responsabilidades, le pidieron a Dios que tomara el control de su futuro.

¿En qué área Dios me está pidiendo dar un paso de fe?

Desarrollo/Crecimiento: Nos comprometimos a crecer en comunidad y ayudar a otros a crecer para que llegaran a ser todo lo que podían ser. Oramos por nuestros compañeros de equipo y por nuestros discípulos, diseñamos y seguimos planes semestrales para enseñar lo básico y proveer experiencias, retiros, proyectos de verano, etc. todo para crear un ambiente de crecimiento. Trabajamos en equipo y frecuentemente compartimos el liderazgo. Dejamos el camino libre para que otros pudieran toma; el liderazgo. Invitamos a equipos de otros lugares a venir, aprendimos de ellos y ellos de nosotros.

¿Qué estoy haciendo para desarrollar personalmente y a quiénes que están a mí alrededor?

Efectividad/Fruto: Nos interesaban los resultados. La efectividad es el fruto de vidas cambiadas – para la eternidad. Evaluamos nuestras metas y nuestro progreso regularmente. Pedimos la retroalimentación de los demás y con gusto cambiamos el formato de las reuniones, probamos ideas locas, inventamos nuevos materiales. A veces hicimos las cosas diferentes para compensar alguna debilidad, a veces para ajustarnos al increíble crecimiento. No nos conformamos con el status quo.

¿He hecho una evaluación honesta últimamente? ¿Necesito hacer algunos cambios para lograr una mayor efectividad?

Unidad: Nuestro trabajo en la universidad gozaba de una unidad increíble en el propósito y en las relaciones personales. Culturas, trasfondos, campos de estudio y edades diferentes se juntaron para aprender y crecer juntos. Nuestro lema al principio fue “un lugar para crecer, un lugar para pertenecer”. Nuestros equipos de coordinadores y de estudiantes trabajaron duro lado al lado para crear sketches buenísimos, fiestas, campañas de evangelismo y congresos para una visión y pasión mucho más grandes que ellos mismos. Los estudiantes sacrificaban su tiempo y su dinero los unos por los otros. La gente nueva se sentía bienvenida y surgieron profundas, auténticas y solidarias relaciones de amistades que duran toda la vida al estudiar la Palabra, orar… comer y jugar juntos.

¿Qué estoy haciendo para construir la unidad en mi equipo o en mi organización?

Integridad: Junto con la diversión, hubo también tiempos difíciles. Confrontamos la mentira, el soborno, la inmoralidad, los conflictos interpersonales, los intentos de suicidio – tentaciones y batallas espirituales de todo tipo. No ignoramos, ni escondimos, ni justificamos ningún comportamiento que pudiera sembrar la semilla de la división entre la gente y Dios. Enseñamos que Dios cuida de cada parte de nosotros; no podemos tener pecado en algún área sin afectar todas las demás. Tratamos de vivir ese ejemplo también.

¿Hay algún área de mi vida a la que le falte integridad?

¿Cómo responderías estas preguntas? ¿Cómo podrías transformar tu lugar de trabajo o ministerio en un lugar para crecer, un lugar para pertenecer?

(** Si estuviste involucrado en el ministerio, por favor ¡comparte con nosotros tus recuerdos!)

avanzando hacia la defensa…

El semestre pasado aprendí mucho acerca del liderazgo intercultural y eso me hizo apreciar más el beneficio de tener diversidad en nuestro ministerio y en nuestros equipos. Nuestra experiencia en México ha confirmado que los equipos multi-“culturales” (cultura= edad, sexo, nacionalidad, etapa de vida, experiencia, etc.) son los más fructíferos, en términos de metas ministeriales y también de carácter personal y crecimiento emocional y espiritual.

Yo creo que la oración requerida, la gracia dada y la sumisión del ego necesarias para que haya unidad sobre pasan los malentendidos y el tiempo gastado por estos equipos “mixtos”. Creo que Dios bendice nuestros esfuerzos por superar las barreras “culturales” y trabajar juntos para su gloria.

Es especialmente cierto en el área del género – quizá porque la unidad en esta área es un desafío muy personal, especialmente para las familias y los esposos y las esposas. Mi profesor me animó a realizar un estudio más profundo acerca de los problemas que rodean a las mujeres en el liderazgo… y, aunque tenía mis dudas al principio, aprendí mucho. Estoy agradecida por este “empujón”. No quiero entrar en un “campo de batalla” cultural o teológico, pero quiero estar dispuesta a escuchar a Dios en esta área.

Estoy convencida de que nuestra perspectiva y el trato hacia las mujeres tiene muchísimas ramificaciones para nuestras relaciones personales, nuestra capacidad de dar fruto en nuestro ministerio y nuestra participación en la batalla contra la violencia y el tráfico humano. La tabla de abajo es un resumen de una parte de mi estudio. La ofrezco como un recurso para poder considerar en oración tu visión personal u organizacional de las mujeres.

Por favor, dime qué piensas. Tengo la sospecha de que solamente estoy tocando la superficie de todo lo que Dios quiere que aprenda y que haga en esta área. Me encantaría aprender de ti también.