Las ardillas viven mejor cuando andan arriba o alrededor de los árboles… y corren libres… afuera.
Esta pequeñita vio su vida transformada cuando se quedó atrapada en una ventana del porche de la casa club de la unidad de departamentos donde vivimos. No es el mejor lugar para una ardilla. Fue ines-perado. Espeluznante. Algo que cambia la vida.
Mi vida cambió esta Navidad también. Hace algunos días, mi mamá tuvo una cirugía de emergencia para extirparle un tumor y los doctores le diagnosticaron cáncer terminal. Las opciones de tratamiento son feas y el tiempo es incierto. Su vida ha sido puesta de cabeza… igual para su esposo, sus hermanas, sus hijos, sus amigos. Ya escribí un post anticipando una Navidad diferente este año; sólo no esperaba esta clase de diferente.
Para ser honesta, mi cabeza y mi corazón están cubiertos por un tipo de neblina. Es muy difícil procesar las emociones y al mismo tiempo tener que vivir en medio de los festejos navideños –que ahora tienen añadido un sentido de urgencia e importancia.
¿Cómo vivir esta vida toda de cabeza? Estoy aprendiendo día a día… acerca del cáncer, acerca de mi mamá, de mi familia y de mí misma. Habrá muchas lecciones más mientras vamos avanzando, pero tengo algunas en mente ahora que me gustaría compartir contigo…
Apoyarse en la comunidad
No sé que haría sin el apoyo de nuestra familia y amigos. Las oraciones, las llamadas, las notas y los ofrecimientos de ayuda son invaluables y fortalecen nuestras almas. No es fácil para ninguno de nosotros pedir ayuda, pero no podemos ser “Llaneros solitarios” en esto y no apoyarnos en los demás. No hay tiempo para dejar que nuestro orgullo se interponga.
Trabajar en la comunicación
El estrés de una cirugía inesperada y un diagnóstico horrible causan tensión entre los miembros de la familia cuando cada uno está tratando de ayudar a su manera. Agotamiento, emociones, y diferentes personalidades, opiniones y disponibilidad causan malos entendidos y conflictos. Mi familia está intentando con mucho esfuerzo creer lo mejor, clarificar las dudas, dar gracia, y respetar los intereses y las necesidades de cada uno. No es fácil, pero no queremos dañar nuestras relaciones en el proceso.
Crecer en compasión
No creo que mi familia haya tenido una Navidad interrumpida por una tragedia como ésta… pero otros ciertamente la han tenido. Usualmente la pasamos felices comprando regalos, preparando comida, caantando y jugando sin pensar en aquellos que están pasando las fiestas en el hopsital o en una funeraria. Este año, sé lo que se siente tener poco interés en fiestas, en regalos o en la comida mientras el transtorno emocional adormece mis sentidos. Siento empatía por quienes están tristes ahora y espero estar más consciente y ser más considerada en el futuro de que mientras algunos están celebrando, otros están sufriendo o luchando.
Durante este espantoso e inesperado tiempo que cambia la vida, atesoro los momentos más profundos con fe y con la familia. Estoy agradecida por nuestra red de amigos y apoyo. Estoy aprendiendo y creciendo como resultado de tener la vida de cabeza.
Aprecio sus oraciones por mi mamá y mi familia. Por favor comparte las lecciones que hayas aprendido cuando tu vida estaba de cabeza…