¿Qué es lo que iba a hacer?

Photo credit: pni / Source / CC BY-NC-SA

Photo credit: pni / Source / CC BY-NC-SA

¿Alguna vez has entrado a un cuarto y olvidado de lo que fuiste allí para encontrar? ¿Has olvidado el nombre de alguien? ¿Talvez perdiste tiempo buscando algo porque no podías recordar dónde lo dejaste?

Estos son eventos normales para la mayoría de la gente. A mi edad, sin embargo, son cada vez más preocupante. Hay días cuando me preocupa la posibilidad de que voy a perder mi memoria.

Mi papá tiene la enfermedad de Parkinson y demencia y me entristece verle sufrir como resultado. Estoy leyendo libros sobre enfermedades de demencia y la pérdida de la memoria para aprender cómo ayudarle, apoyar a mi familia que lo cuida y comprender algunos de sus desafíos.

También estoy aprendiendo cómo prevenir o al menos disminuir el potencial de mi propia pérdida de la memoria. La semana pasada, leí una gran biografía, Inside the Dementia Epidemic: A Daughter’s Memoir (Dentro de la Epidemia de la Demencia: Memoria de una Hija), sobre una mujer que cuidaba de su madre quien estaba afectada por la demencia. Además de la comunicarse con honestidad, empatía y estímulo, la autora Martha Stettinius ofrece grandes apéndices de recursos – uno contiene antídotos sugeridos para la demencia.

Este es un resumen de lo que escribe:

El ejercicio

Los estudios muestran que treinta minutos de actividad física diaria (tareas domésticas, caminar, pesas, etc) pueden ser nuestra arma más fuerte contra el Alzheimer y otras enfermedades de pérdida de memoria. El ejercicio aeróbico aumenta el flujo de sangre al cerebro y estimula el crecimiento de nuevas células cerebrales.

La estimulación mental

Añadir comunidad social y la estimulación mental con hacer ejercicio y tienes una gran combinación. Trabaja, unirte a un club, ofrece servir como voluntario, viaja, entretenerte con juegos – especialmente crucigramas o rompecabezas, aprende a hablar otro idioma o tocar un instrumento. Haz estas cosas en relación con otra personas y tu cerebro sigue haciendo conexiones también.

Comer Bien

No hay nada nuevo aquí ¿verdad? Una buena dieta ayuda con un montón de cosas! Comer verduras y frutas, peces de agua fría (salmón, atún, caballa) y nueces (almendras, nueces china y de Castilla) también disminuye el riesgo de pérdida de la memoria. Las vitaminas E, C y B12 también pueden ayudar. Reduce el consumo de azúcares y carbohidratos donde puedes.

Además, Stettinius sugiere que vayas con un doctor si tienes problemas de visión, la apnea del sueño o una infección que daña las neuronas. Los investigadores consideran cada uno de estos como posibles catalizadores para la demencia y el Alzheimer’s.

Todo esto suena como básico y estos son consejos de salud que he escuchado antes. Yo estoy un poco más motivada para tomarlos en serio cada vez que oigo de alguien cuidando a un ser querido que sufre pérdida de memoria… y eso es a menudo. Hay 35.6 millones de personas con demencia en el mundo hoy en día y los analistas esperan que equivale a casi el doble en 2030 – alrededor de 66 millones y que duplique de nuevo en 2050 a aproximadamente 115 millones.

Yo voy a hacer lo que puedo para no añadirme a ese número.

¿Y tú? ¿Necesitas cambiarte algunos hábitos? ¿O ya te pregunté eso?

más joven cada año

time clock

Cuando somos niños, no podemos esperar a crecer, jugar con “los grandes” y disfrutar de los privilegios que vienen con el paso de los años.

No pasa mucho tiempo antes de estar viendo en retrospectiva nuestros años de juventud con un gran deseo, trabajando duro y pagando mucho para detener (o al menos esconder) el progreso de la edad y ¡deseando que Ponce de León haya encontrado realmente la fuente de la juventud!

Así que, no les va a sorprender que el título del libro “Más joven cada año“, llamara mi atención. No sé de dónde lo tengo, pero ha estado en mi repisa por algunos años y esta semana decidí leerlo. Ya que estaba abierto sobre la mesa (¡con una necesidad solamente hipotética del contenido!), mi esposo lo leyó también.

Dos hombres escribieron juntos este libro, un doctor, Henry S. Lodge, M.D. y su paciente/amigo, Chris Cowley. Combinaron el conocimiento científico y la motivación en una rutina de entrenamiento de 7 puntos que declaran pueden posponer los típicos efectos del envejecimiento y proveer salud y energía para la vida en los 80’s y 90’s.

Las reglas de Harry son:

  1. Ejercítate seis días a la semana por el resto de tu vida.
  2. Haz serio ejercicio aeróbico cuatro días a la semana por el resto de tu vida.
  3. Haz serio ejercicio de fortalecimiento, con pesas, dos días a la semana por el resto de tu vida.
  4. Gasta menos de lo que ganas.
  5. ¡Deja de comer basura!
  6. Involúcrate.
  7. Conéctate y comprométete.

No disfruté mucho el “tono” del libro. No estuve de acuerdo con algunas de las bases científicas y el libro tiene un estilo de comunicación para hombres como “plática de vestidores”. Por otro lado, sus reglas me desafían y veo mucho valor en todas ellas. Especialmente aprecio como los elementos físico, financiero y relacional comparten un espacio en la lista. Una aplicación disciplinada de estas reglas definitivamente podrían añadir años a la vida de una persona.

¿Qué hay de ti? ¿Añoras tus días de juventud? ¿Qué estás haciendo para mantenerte joven?

**Desde que escribí este post, aprendí que el libro exist en un formato especial para mujeres… sólo en english: Younger Next Year for Women

proceso hasta el final

La semana pasada escribí acerca de “el proceso”… enfocado principal-mente en los primeros años de una familia joven y tiempos de crecimiento y desarrollo. Todavía estoy en ese proceso.

Tristemente, esta semana me ha recordado más acerca del otro lado del proceso… los años cuando la vida está por llegar a su fin y es momento de prepararse para “ir a casa”.

Aunque personalmente no estoy en ese proceso todavía, algunos de mis seres queridos, sí, lo están. Sus batallas me han hecho reflexionar en la vida y me han desafiado a …

  • Vivir la vida al máximo. Ésta no es una idea nueva para mi – he escuchado esto muchas veces, pero frecuentemente me olvido de atesorar el momento, a la gente en mi vida y las bendiciones que he recibido cada día. Pierdo el enfoque fácilmente y me preocupo de las cosas más insignificantes. Quiero aprender a estar menos estresada por las cosas pequeñas y pasar más tiempo dando abrazos y sonriendo… escuchando a los pájaros y el sonido de la lluvia… oler las flores y el aroma del pan recién horneado… ver lo bueno en las personas y responder a sus necesidades… Mientras tengo energía y salud, quiero trabajar duro en las cosas correctas y honrarlo a Él con cada día.
  • Dejar de lado lo insignificante. Recientemente leí también un lindo blog de una amiga mía acerca de su entrevista con Corrie Ten Boom, Fue un recordatorio poderoso de cuán importante es perdonar a aquellos que me lastiman. Tiendo a tomar las cosas de manera muy personal y preocuparme mucho por lo que los demás piensan de mí. Me frustra la indiferencia, la crítica, el chisme y la falta de apoyo. Estos son problemas tan pequeños, pero la amargura puede robarme la energía emocional y la paz espiritual. No quiero perder tiempo valioso por mi necedad y mi falta de disponibilidad para perdonar.
  • Entrenar a largo plazo. Aunque es verdad que tener buena salud física puede ser irrelevante al momento de mi muerte, también es cierto que tener buena salud será de beneficio si tengo que enfrentar una enfermedad en algún momento… y la buena salud me permite estar completamente comprometida con mi proceso de vida hoy.  Si hago ejercicio y como bien, tengo más energía durante el día y duermo mejor en la noche. Tengo mayor capacidad intelectual, mayor estabilidad emocional y una mejor actitud ante los desafíos diarios. No sé cuánto tiempo me queda en este mundo pero creo que es buena idea planear para un largo viaje.
  • Preparar el corazón. Ya he vivido más años que muchas personas. Estoy agradecida por la increíble y emocionante aventura que he tenido. Estoy especialmente agradecida por la seguridad eterna que tengo en mi relación con Dios. Llegar a conocerlo en la universidad le ha dado propósito a mi vida y paz a mi alma. Quiero ayudar a otros a que le conozcan. Quiero vivir para Él mientras estoy en la tierra de una manera tal que esté lista para irme a casa con Él cuando sea que Él me llame.

Así que hasta entonces, el proceso continúa…

¿Qué es lo importante en tu proceso? ¿Estarías listo si tuvieras que “irte a casa” hoy?