¿Alguna vez has entrado a un cuarto y olvidado de lo que fuiste allí para encontrar? ¿Has olvidado el nombre de alguien? ¿Talvez perdiste tiempo buscando algo porque no podías recordar dónde lo dejaste?
Estos son eventos normales para la mayoría de la gente. A mi edad, sin embargo, son cada vez más preocupante. Hay días cuando me preocupa la posibilidad de que voy a perder mi memoria.
Mi papá tiene la enfermedad de Parkinson y demencia y me entristece verle sufrir como resultado. Estoy leyendo libros sobre enfermedades de demencia y la pérdida de la memoria para aprender cómo ayudarle, apoyar a mi familia que lo cuida y comprender algunos de sus desafíos.
También estoy aprendiendo cómo prevenir o al menos disminuir el potencial de mi propia pérdida de la memoria. La semana pasada, leí una gran biografía, Inside the Dementia Epidemic: A Daughter’s Memoir (Dentro de la Epidemia de la Demencia: Memoria de una Hija), sobre una mujer que cuidaba de su madre quien estaba afectada por la demencia. Además de la comunicarse con honestidad, empatía y estímulo, la autora Martha Stettinius ofrece grandes apéndices de recursos – uno contiene antídotos sugeridos para la demencia.
Este es un resumen de lo que escribe:
El ejercicio
Los estudios muestran que treinta minutos de actividad física diaria (tareas domésticas, caminar, pesas, etc) pueden ser nuestra arma más fuerte contra el Alzheimer y otras enfermedades de pérdida de memoria. El ejercicio aeróbico aumenta el flujo de sangre al cerebro y estimula el crecimiento de nuevas células cerebrales.
La estimulación mental
Añadir comunidad social y la estimulación mental con hacer ejercicio y tienes una gran combinación. Trabaja, unirte a un club, ofrece servir como voluntario, viaja, entretenerte con juegos – especialmente crucigramas o rompecabezas, aprende a hablar otro idioma o tocar un instrumento. Haz estas cosas en relación con otra personas y tu cerebro sigue haciendo conexiones también.
Comer Bien
No hay nada nuevo aquí ¿verdad? Una buena dieta ayuda con un montón de cosas! Comer verduras y frutas, peces de agua fría (salmón, atún, caballa) y nueces (almendras, nueces china y de Castilla) también disminuye el riesgo de pérdida de la memoria. Las vitaminas E, C y B12 también pueden ayudar. Reduce el consumo de azúcares y carbohidratos donde puedes.
Además, Stettinius sugiere que vayas con un doctor si tienes problemas de visión, la apnea del sueño o una infección que daña las neuronas. Los investigadores consideran cada uno de estos como posibles catalizadores para la demencia y el Alzheimer’s.
Todo esto suena como básico y estos son consejos de salud que he escuchado antes. Yo estoy un poco más motivada para tomarlos en serio cada vez que oigo de alguien cuidando a un ser querido que sufre pérdida de memoria… y eso es a menudo. Hay 35.6 millones de personas con demencia en el mundo hoy en día y los analistas esperan que equivale a casi el doble en 2030 – alrededor de 66 millones y que duplique de nuevo en 2050 a aproximadamente 115 millones.
Yo voy a hacer lo que puedo para no añadirme a ese número.
¿Y tú? ¿Necesitas cambiarte algunos hábitos? ¿O ya te pregunté eso?
Muchas gracias Terry, he estado observando mi vida diaria y es alarmante la cantidad de cosas que olvido, desde pequeñeces hasta papeles muy importantes, ahora tengo que anotar todo siempre y por triplicado…..un diario, un calendario y mi IPad y usar las alarmas! porque sino me vuelvo un caos. Trato de leer lo más que puedo, hacer crucigramas, jugar domino y hacer rompecabezas y tomar vitaminas junto con bebidas a base de frutas y vegetales, nada esta de más, todo lo que podamos hacer por nuestra salud se verá reflejado con el tiempo….me asusta no reconocer a mis hijas algún día….
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Bueno, no es tan común la demencia para todos que llegan a la tercera edad, pero sí, yo también voy a hacer todo lo que pueda para evitarla. Iqualmente tengo más miedo de la demencia que una enfermedad puro físico. De todas maneras confiamos en Dios con Su voluntad, verdad? Un abrazo, amiga.
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