La semana pasada escribí acerca de “el proceso”… enfocado principal-mente en los primeros años de una familia joven y tiempos de crecimiento y desarrollo. Todavía estoy en ese proceso.
Tristemente, esta semana me ha recordado más acerca del otro lado del proceso… los años cuando la vida está por llegar a su fin y es momento de prepararse para “ir a casa”.
Aunque personalmente no estoy en ese proceso todavía, algunos de mis seres queridos, sí, lo están. Sus batallas me han hecho reflexionar en la vida y me han desafiado a …
- Vivir la vida al máximo. Ésta no es una idea nueva para mi – he escuchado esto muchas veces, pero frecuentemente me olvido de atesorar el momento, a la gente en mi vida y las bendiciones que he recibido cada día. Pierdo el enfoque fácilmente y me preocupo de las cosas más insignificantes. Quiero aprender a estar menos estresada por las cosas pequeñas y pasar más tiempo dando abrazos y sonriendo… escuchando a los pájaros y el sonido de la lluvia… oler las flores y el aroma del pan recién horneado… ver lo bueno en las personas y responder a sus necesidades… Mientras tengo energía y salud, quiero trabajar duro en las cosas correctas y honrarlo a Él con cada día.
- Dejar de lado lo insignificante. Recientemente leí también un lindo blog de una amiga mía acerca de su entrevista con Corrie Ten Boom, Fue un recordatorio poderoso de cuán importante es perdonar a aquellos que me lastiman. Tiendo a tomar las cosas de manera muy personal y preocuparme mucho por lo que los demás piensan de mí. Me frustra la indiferencia, la crítica, el chisme y la falta de apoyo. Estos son problemas tan pequeños, pero la amargura puede robarme la energía emocional y la paz espiritual. No quiero perder tiempo valioso por mi necedad y mi falta de disponibilidad para perdonar.
- Entrenar a largo plazo. Aunque es verdad que tener buena salud física puede ser irrelevante al momento de mi muerte, también es cierto que tener buena salud será de beneficio si tengo que enfrentar una enfermedad en algún momento… y la buena salud me permite estar completamente comprometida con mi proceso de vida hoy. Si hago ejercicio y como bien, tengo más energía durante el día y duermo mejor en la noche. Tengo mayor capacidad intelectual, mayor estabilidad emocional y una mejor actitud ante los desafíos diarios. No sé cuánto tiempo me queda en este mundo pero creo que es buena idea planear para un largo viaje.
- Preparar el corazón. Ya he vivido más años que muchas personas. Estoy agradecida por la increíble y emocionante aventura que he tenido. Estoy especialmente agradecida por la seguridad eterna que tengo en mi relación con Dios. Llegar a conocerlo en la universidad le ha dado propósito a mi vida y paz a mi alma. Quiero ayudar a otros a que le conozcan. Quiero vivir para Él mientras estoy en la tierra de una manera tal que esté lista para irme a casa con Él cuando sea que Él me llame.
Así que hasta entonces, el proceso continúa…
¿Qué es lo importante en tu proceso? ¿Estarías listo si tuvieras que “irte a casa” hoy?
Yo también quiero estar lista, May… oramos una por la otra, sí?! Un abrazo, amiga!
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Sabiduría y disciplina para ejecutar las prioridades correctamente es mi lucha constante. Quiero memorizar los cuatro puntos específicos que has mencionado pues también quiero estar bien lista para ese día. Gracias por compartir Terry.
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