No puedes liderar si nadie te sigue.
Por otro lado, una gran cantidad de gente no piensa que son líderes, ya que no tienen un título o una posición de liderazgo, pero otros están viendo a ellos y siguiendo su ejemplo todo el tiempo. Todos podemos aprender a dirigir mejor.
La semana pasada tuve el privilegio de asistir a la Cumbre Global de Liderazgo de Willow Creek. Bill Hybels, fundador de la Cumbre, habló primero. Compartió tres lecciones de liderazgo muy reñidas de su experiencia. Ésta es mi adaptación de su primer punto:
“A menudo, los líderes con el más alto nivel de visión y pasión tienen la conciencia más bajo del espíritu de su equipo.”
~ Bill Hybels
Los líderes pueden estar tan entusiasmados con su visión y sus estrategias que los seguidores comienzan a pagar el precio. El líder empieza a juzgar que todos los demás trabajan menos para las metas que ellos. El líder luego determina que si los seguidores no cuidan a la visión, entonces el líder no tiene que preocuparse por el corazón de los seguidores… y esos seguidores entonces son prescindibles.
Esta actitud no siempre se expresa en voz alta,
pero todo el mundo lo siente.
Algunas maneras de protegerte contra este error y realmente preocuparte por tu gente:
- Hacer una evaluación objetiva y externa. Invita a un equipo de profesionales, consigue un coach, pregúntale a un amigo para averiguar lo que tus seguidores están pensando y sintiendo. Pídale a alguien que te de una retroalimentación honesta acerca de cómo estás tratando a tu equipo (o estudiantes, o hijos…) con tus actitudes y acciones.
- Asegurarte de que el líder y el equipo “se adueñen” de la cultura deseada. Si el líder no predica con el ejemplo, otros se sienten frustrados con la hipocresía y no abrazan ni aplican la cultura tampoco.
- Tomar en serio la capacitación de los líderes que dirigen a otras personas. Algunas personas simplemente no deben liderar. Si otros continuamente sufren heridas, están desanimados, retenidos o frustrados por un líder – ¡haz algo al respecto! Hybels dijo: “Las personas se unen a las organizaciones, pero dejan a los gerentes.”
- Aumentar el nivel de franqueza en las evaluaciones / revisiones. Un formato fácil de usar son los categorías de Comenzar, Parar y Continuar… ¡y que sean específicas! Las personas (¡incluyendo a los niños!) desesperadamente quieren saber, “¿Cómo lo estoy haciendo?” No pueden madurar o crecer en áreas, si no saben qué es lo que necesitan mejorar.
La forma más amable de retroalimentación es la verdad.
- Practicar un compromiso implacable con la resolución de conflictos. Ve a los conflictos no como una carga, sino como oportunidades para fortalecer la relación. (¡más acerca de esta posibilidad en un post futuro!)
¡Guau! Tengo mucho que trabajar aquí… y eso fue apenas su primer punto! Voy a escribir más de las sesiones en las próximas entradas.
¿Hay algo que añadirías a esta lista? ¿Cómo cuidas el corazón y el espíritu de las personas que te siguen?