Me perdí de regreso del aeropuerto tres veces. Cuando estaba yendo al aeropuerto por primera vez, escribí los tres números de las autopistas y agarré dinero de mi cartera para pagar las casetas de regreso intentando estar lista para el regreso a casa. La diferencia fue que de camino allá, junto a cada señalamiento de la autopista, hubo otros que me dirigían: → → → Aeropuerto. En el regreso, no había señalamientos que dijeron: → → → Departamento de Terry. Solamente decían: Salida Este/Oeste o Norte/Sur… y aunque tenía los números de las autopistas, no tenía ni idea de cuál dirección me llevaría a casa.
¿Alguna vez te has sentido perdido? ¿en una nueva ciudad? ¿nuevo trabajo? ¿nueva etapa de vida?
Perderse es parte de haber estado apenas dos días en una ciudad nueva. La novedad de ser un recién llegado incluye no tener comida en el refirgerador, un caos de cajas por todas partes, conocer nuevas personas y encontrar nuevos lugares, cansancio e incertidumbre. Estoy muy agradecida por las pocas cosas especiales que trajimos –fotos, cobijas, adornos – que hacen que este departamento se sienta como un “hogar”. Me ayudan a crear un puente entre mi vida anterior y esta vida nueva; me dan continuidad y seguridad en mi transición.
¿Qué te ayuda a lidiar con el cambio? ¿sigues con tus tradiciones, empacas cosas especiales que te traen recuerdos, visitas restaurantes que se te hacen familiares?
Sé intelectualmente que puede tardar un año para sentirse “en casa” en un lugar nuevo. Emocionalmente ¡quiero sentirme en casa ahora! Estoy tratando de implementar algunas prácticas saludables para ayudarme con el cambio…
Reir: estoy aprendiendo a reirme de mí misma, de las aventuras nuevas que han salido mal, de todo lo que no conozco… y reirme con los demás, haciendo nuevos amigos y nuevos recuerdos. Algunas lágrimas son inevitables, pero puedo encontrar razones para reir tambien.
Soltar: estoy tratando de no comparar lo viejo con lo nuevo. Me imagino que está bien para mí extrañar ciertos lugares y a personas especiales, pero necesito darle una oportunidad a este nuevo lugar. Nunca será lo mismo – no tan bueno en algunas maneras, pero quizá mejor en otras. Quiero mantener mis ojos – y mi corazón – abiertos para lo “nuevo y mejorado”. 🙂
Aprender: tengo mucho que descubrir – nuevas maneras de hacer las cosas, las recomendaciones de “los de adentro” y los buenos lugares locales… si tomo la iniciativa, observo y hago muchas preguntas, apuesto que voy a encontrar muchas golosinas y tesoros en esta nueva vida.
¿Cómo anticipas lo “nuevo” en tu vida?
Indudablemente un buen artículo que ayudará a muchos que van camino a lo nuevo y alienta a los que esperan un cambio. 🙂
LikeLike
Mil gracias, Clau! Cambios no son tan fáciles, pero pueden ser buenos e importantes en nuestra vida… Estoy orando por ti! Te mando un gran abrazo… hablamos otra vez pronto, sí?!
LikeLike
enfrentarse a los cambios da miedo, y ahora que estoy haciendo cambios en mi vida que involucran a mi familia me ha gustado pero Dios acomoda otros cambios de los cuales no había planeado y la incertidumbre aveces agobia, sólo queda decir mi confianza está en Dios y hay que aventarse al vacío sabiendo que Él estará esperándonos para sostenernos =) un abrazo Terry
LikeLike
Gracias por compartir, Dulce… sí, a veces es el anticipar los cambios que más miedo nos da… el cambio en si puede dar nos mucho gusto… y los que no, los necesitamos entregarlos a Dios… buen recordatorio! Te mando un abrazo de intercambio, amiga!
LikeLike
Te agradezco compartir estos puntos porque si me he sentido perdida enfrentando los cambios de una nueva etapa en mi vida, me alienta saber que puede ser normal sentirse perdido al principio y alentador saber que puedo ir mejorando, aprendiendo poco a poco y soltando mi estado anterior.
LikeLike
Hay muchos cambios en la vida, verdad… nos dejan con sentirnos perdidos, pero eventualmente encontramos el camino! 🙂 Estoy aprendiendo que mi actitud durante la búsqueda es también muy importante! Un fuerte abrazo to mando, amiga!
LikeLike