es un proceso

Regresa a tu silla.
Cómete tu comida.
Mastica con la boca cerrada.
Deja de jugar.
No hay postre si no te comes las verduras.
Solamente pruébalo – ¡a lo mejor te gusta!

No parecen consejos de liderazgo, ¿verdad? Tuve cuatro chiquitos, viviendo lejos de mi familia y muchas veces me sentí como caminando en la cuerda floja – especialmente a la hora de la comida.

Recuerdo que estaba leyendo un libro en aquellos días acerca de la crianza de los hijos, donde el autor describía la hora de la comida familiar como un tesoro… toda la familia se junta alrededor de la mesa, cuentan historias, se ríen, disfrutan de estar juntos… y pensé, “¿de qué planeta son?” No me podía imaginar atesorando las comidas familiares; eran simplemente demasiado trabajo para mí.

Y todas esas comidas eran trabajo – por una temporada. Trabajamos en aprender modales básicos, en el ser agradecidos, respetuosos, pacientes, auto-disciplinados, en desarrollar habilidades conversacionales, y la disponibilidad de probar nuevas cosas. Asuntos del carácter. Asuntos de futuros líderes.

Fue fácil para mí desanimarme, cansarme y perder de vista en cómo estos pequeños detalles diarios encajan en un cuadro más grande. Fue fácil compararme y sentir que los demás estaban haciendo algo mucho más significativo para el Señor…

Todavía lucho con esto hoy.

Pero cuando me tomo el tiempo para estar con Él, Dios siempre me recuerda que cada experiencia en la vida es una oportunidad para crecer y desarrollarse… o para invertir y ayudar a otros – futuros líderes. Las cosas pequeñas son significativas. Mi vida importa. Las disciplinas diarias desarrollan el carácter. Solamente necesito recordar que ese regadero de leche y las manos pegajosas son parte del proceso.

¿Te pierdes en el trajín diario? ¿Qué es lo que te ayuda a recordar que el proceso es importante?

P.D. Hoy entiendo. Las comidas con mi loca e increíble familia son un tesoro… pero todavía tengo que animarlos a comerse las verduras.

frente a una audiencia de UNO

Hoy leí un blog acerca de una jovencita que está escribiendo un libro y está recibiendo mucha crítica por construir su “plataforma” – su propia reputación – mientras realiza este esfuerzo. Me hizo reflexionar en lo mucho que deseamos hacer algo importante, que valga la pena, significativo con nuestras vidas… sin ser soberbios, presuntuosos o agresivos.

También pensé en cómo Dios algunas veces escoge ponernos en el centro de atención – como líderes, como autores… y a algunos les da la plataforma de “populares”, famosos o celebridades. A veces es temporalmente, a veces es un estilo de vida. Alabado sea Dios por aquellos que representan al Señor a MAYOR escala… en el ministerio, en las librerías, en la política. Que Él los proteja de la tentación y la crítica, y ¡que sea Él quien les de energía, salud y fortaleza para compartir el amor, el perdón y la vida eterna a millones!

¿Y todos los demás? Dios también nos ha escogido y nos ha dado un trabajo. Podría no ser enfrente, en la plataforma principal; puede ser detrás del escenario, no de manera tan llamativa, pero igual de importante.

Hoy estoy contenta con haber sido parte del desarrollo de materiales para muchos de nuestros ministerios de la Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo-México. Ninguno de los materiales tiene mi nombre; no he ganado ningún porcentaje por los derechos y no he firmado autógrafos. He pasado mucho tiempo haciendo la parte detallada y aburrida del trabajo, pero el resultado son recursos de calidad que animan y empoderan a otros para salir a ganar y discipular a otros con el amor de Dios. A veces recibo algunos comentarios, pero básicamente no tengo idea de cuántas personas usarán estos materiales – y nunca lo sabré…

¡Pero Dios sabe! Estoy parada en una plataforma frente a una audiencia de UNO… y eso es suficiente para mí. Quiero dar lo mejor para Él y por Él, no importa lo que esté haciendo. ¿Y tú? Ya sea que estés en casa cuidando a tus hijos, sirviendo en la cocina de la iglesia, trabajando en una oficina, dirigiendo un grupo de estudio Bíblico, escribiendo un blog – o hablando frente a miles de personas en un congreso – ¡Haz tu mayor esfuerzo para DIOS! Él es tu audiencia más importante y ¡Él está aplaudiendo tu espectáculo!

**¡Déjame un comentario y cuéntame de tu espectáculo!  Me encantaría orar por ti.