getting ready

Photo credit: Unsplash – les-argonautes

What does it take to get ready for a new endeavor?

Tomorrow we fly to Spain to walk the Camino de Santiago. We are not carrying all our belongings and are doing only a short portion of the trek, but this still requires preparation.

We’ve been getting ready physically, walking regularly, occasionally long distances, and even hills when possible.

We’ve purchased our gear, the recommended “wicking” fabrics, and taking special care to break in the socks and shoes that will – hopefully (!) – prevent blisters. We have backpacks and rain gear to cover them. (Right now, the weather forecast looks like rain every day.) Everything fits in a carry-on for easy transport.

Relational prep has included connecting on WhatsApp with the people in our group, seeing photos, learning names and some personal details. We look forward to deeper conversations on the journey.

Spiritually preparing, we read The Way is Made by Walking by Arthur Paul Boers and are opening our hearts to whatever God has for us on this adventure. We are praying, asking others to pray, and asking for prayer requests from others so we can pray for them on the walk.

We are also preparing emotionally, lightly guarding expectations, being ready for the unexpected (and possibly unwanted circumstances) while excitedly anticipating this long-time dream experience.

I feel ready. As I think about this, I recognize how intentionally and thoroughly I prepared for this challenge. Sometimes, I’ve done this for some “big things,” but often, I don’t leave margin to prepare this way for others.

What difference would it make if I took time to check that I was prepared physically, logistically, emotionally, relationally, and spiritually for whatever I undertake?

It might not require as much time as this trip, but what if I intentionally checked in on each of those areas? What if I made time to pray over all and everyone involved?

I feel I’ve learned something already before even starting to walk.

How do you prepare for a challenge, experience, or adventure?


preparándonos

¿Qué se necesita para estar listo para un nuevo esfuerzo?

Mañana volamos a España para andar en el Camino de Santiago. No llevamos todas nuestras pertenencias y vamos a cumplir solo una pequeña parte de la caminata, pero esto aún requiere preparación.

Nos hemos preparado físicamente – caminando regularmente, ocasionalmente largas distancias e incluso colinas cuando era posible.

Hemos comprado nuestro equipo, las telas “no-absorbentes” recomendadas y hemos tenido cuidado especial de quitar el nuevo de los calcetines y los zapatos que, con suerte (!), evitarán las ampollas. Tenemos mochilas y ropa de lluvia para cubrirlos. (En este momento, el pronóstico del tiempo dice lluvia todos los días). Todo cabe en un equipaje de mano para facilitar el transporte.

La preparación relacional ha incluido conectarnos en WhatsApp con las personas de nuestro grupo, ver fotos, aprender nombres y algunos detalles personales. Esperamos conversaciones más profundas en el viaje.

Preparándonos espiritualmente, leemos “Se hace camino al andar” de Arthur Paul Boers y estamos abriendo nuestro corazón a lo que Dios tiene para nosotros en esta aventura. Estamos orando, pidiendo a otros que oren y pidiendo peticiones de oración de otros para poder orar por ellos en la caminata.

También nos estamos preparando emocionalmente, ligeramente protegiendo las expectativas, anticipando las circunstancias no esperadas (y posiblemente no deseadas) mientras anticipamos con entusiasmo esta experiencia de los sueños.

Estoy lista. Al pensar en esto, reconozco cuán intencional y minuciosamente me preparé para este desafío. A veces, he hecho esto para algunas “grandes cosas”, pero a menudo no dejo margen suficiente para prepararme de esta manera para otros.

¿Qué diferencia haría si me tomara el tiempo para asegurar que estoy preparada física, logística, emocional, relacional y espiritualmente para cualquier cosa que emprenda?

Puede que no me requiera tanto tiempo como este viaje, pero ¿qué pasaría si revisara intencionalmente cada una de esas áreas? ¿Qué pasaría si me tomara el tiempo para orar por todo y por cada una de las personas involucradas?

Siento que ya he aprendido algo incluso antes de comenzar a caminar.

¿Cómo te preparas para un desafío, una experiencia o una aventura?

walking with the Way

I am preparing to walk a section of the Camino de Santiago in Spain in a few weeks. My husband and I are walking many miles each week as part of our physical endurance preparation. We are also reading “The Way is Made By Walking,” by Arthur Paul Boers, as part of our heart preparation.

The book is written by a fellow Camino pilgrim. I am a few chapters in, and the author has drawn me in with his stories and reflections. Today, in one of the chapters, he shared the Christian roots of pilgrimage and the traditions of many who traveled before us. These words challenged me and encouraged me.

God is a moving target… We need constantly to look for — and stay on the move for — God. This search keeps us unsettled. Deity is not easily tied down. Biblical faith is wary of confining divine presence too closely to one place or building, land or sactuaary, race or nation. Faithful people are repeatedly and providentially called to go elsewhere, be displaced and meet –even be — strangers, all in order to encounter our Creator more fully.

I have often felt that God is a moving target, and I have felt unsettled. But my seeking journeys, whether geographical or at a soul level, have led to personal growth and a closer connection with Him. When I step out of my comfort zone and when I am honest about questions, doubts, and disappointments from unanswered prayers, I always sense Him still walking beside me, present with me, lovingly and compassionately inviting me to continue on with Him.

Walking involves straining on the hills, stumbling over rocks, sloshing, and sliding through water and mud. It also includes warm sunbeams filtered through cool shade trees, sweet-scented blooms, and the serenade of the birds’ song in the high-above branches.

Our faith walk is similar – unknowns, challenges, discoveries, and joys. Following Jesus, one day – one step – at a time. It is ok to be unsettled. It is ok to feel displaced. This is a life-long journey. Let’s keep walking.

How has your journey been going?


En español:

Me estoy preparando para caminar un tramo del Camino de Santiago en España en unas semanas. Mi esposo y yo caminamos muchas millas cada semana como parte de nuestra preparación de resistencia física. También estamos leyendo “El camino se hace caminando”, de Arthur Paul Boers, como parte de la preparación de nuestro corazón.

El libro está escrito por un compañero peregrino del Camino. Llevo algunos capítulos y el autor me ha atraído con sus historias y reflexiones. Hoy, en uno de los capítulos, compartió las raíces cristianas de la peregrinación y las tradiciones de muchos que viajaron antes que nosotros. Estas palabras me desafiaron y me alentaron.

Dios es un blanco en movimiento… Necesitamos buscar constantemente a Dios y mantenernos en movimiento. Esta búsqueda nos mantiene inquietos. La deidad no se ata fácilmente. La fe bíblica tiene cuidado de limitar demasiado la presencia divina a un lugar o edificio, tierra o santuario, raza o nación. Los fieles son llamados repetida y providencialmente a ir a otros lugares, ser desplazados y encontrarse, incluso ser, extranjeros, todo para encontrar más plenamente a nuestro Creador.

A menudo he sentido que Dios es un blanco en movimiento y me he sentido inquieto. Pero mis viajes de búsqueda, ya sean geográficos o a nivel del alma, me han llevado al crecimiento personal y a una conexión más cercana con Él. Cuando salgo de mi zona de confort y cuando soy honesta acerca de las preguntas, dudas y desilusiones de las oraciones sin respuesta, siempre lo siento caminando a mi lado, presente conmigo, invitándome amorosa y compasivamente a continuar con Él.

Caminar implica esforzarse en las colinas, tropezar con las rocas, chapotear y deslizarse por el agua y el barro. También incluye cálidos rayos de sol filtrados a través de la fresca sombra de los árboles, flores de dulce aroma y la serenata del canto de los pájaros en las ramas altas.

Nuestro camino de fe es similar: cosas desconocidas, desafíos, descubrimientos y alegrías. Siguiendo a Jesús, cada día, un paso a la vez. Está bien estar inquieto. Está bien sentirse desplazado. Este es un viaje de toda la vida. Sigamos caminando.

¿Cómo ha ido tu viaje?