Bombeante adrenalina de valor, sudor y lágrimas de disciplina, e impresionantes logros atléticos. Belleza, fuerza, sonrisas y la culminación fructífera de años de arduo trabajo. ¡Me encantan las Olimpiadas! ¡Ver a los atletas – casi 🙂 – me hace salir del sofá y hacer unas lagartijas o correr unas cuantos kilómetros!
También hay tropiezos, caídas, penas, lesiones y lágrimas. Anoche vi un poquito de las Olimpiadas. En la final del estilo de cuesta en snowboard femenil, Sarka Pancochova, del la República Checa, tuvo una horrenda caída en su aterrizaje del tercer salto. Tocó el borde de su tabla, perdió el equilibrio y cayó de espaldas. Se golpió la cabeza duro contra la nieve; su cuello rebotó de repente hacia atrás; su cuerpo parecía el de una muñeca de trapo cayendo por la pendiente. Cuando finalmente se deslizó hasta detenerse, permaneció quieta, sin moverse. VIDEO: Ver su carrera y caída
El casco de Sarka se rompió y resquebajó en la parte de atrás – una protección diseñada intencionalmente.
Increíblemente, después de solo unos cuantos minutos, los médicos la revisaron y ella se puso de pie y concluyo el trayecto en sus propias fuerzas.
Yo practiqué un poco de carreras de esquí cuando era joven. Recuerdo una terrible caída en la línea de meta cuando mi padre también me motivó a subir rápidamente la colina y competir de nuevo – sin permitir que el miedo o los recuerdos me controlaran o limitaran mis futuros intentos de esquiar. Disfruté de esquiar por muchos años más.
Estoy leyendo ahora un libro llamado El Auténtico Norte de Bill George. Él fomenta el liderazgo auténtico y asegura que los líderes no surgen simplemente de características, rasgos, habilidades, o estilos, sino más bien de las historias de vida. Mientras nos analizamos a nosotros mismos a través de las experiencias del mundo real y luego reestructuramos esas historias de vida para entender quiénes somos, los líderes dan rienda suelta a sus pasiones y descubren el propósito de su liderazgo¹.
Las historias de la vida real incluyen grandes triunfos… y terribles tragedias. Todas esas experiencias están entrelazadas para hacernos quienes somos, si aprendemos de ellas y las usamos para darle impacto a nuestro liderazgo. Yo me he caído muchas veces en el pasado, pero esos no son los momentos que definen mi vida. La verdadera victoria surge de ponerme de pie nuevamente, aprender de la experiencia y avanzar hacia mi propósito de vida.
Sarka no ganó la competencia de snowboard, pero ella definitivamente tiene la actitud de una ganadora. Estoy segura de que obtendrá sorprendentes logros en su vida. Su actitud es un gran recordatorio y ejemplo para mi.
¿Cuál es tu actitud después de una caída? ¿Qué es lo que te ayuda a ponerte de pie nuevamente? ¿Cómo te han guiado tus experiencias a descubrir tu propósito de vida?
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¹ (traducido de) George, B., 2007,True North: Discover Your Authentic Leadership, Kindle Locations 201-203