Ella habría estado en el porche esperando y observando ansiosamente nuestra llegada. Habría caminado lentamente sobre las rocas de grava a la zona de estacionamiento a dar un abrazo a cada uno cuando salimos de las puertas del coche. Con una sonrisa dulce y gentil, habría comentado lo que cada niño ha crecido, lo bien que se veía y habría expresado lo contenta que estaba de que estábamos aquí… pero ella no estaba allí esta vez.
La casa está tranquila sin ella, pero su presencia está en todas partes: sus obras de costura en las paredes, sus fotografías en el refrigerador, sus chaquetas todavía colgadas y ocasionalmente prestadas para tomar un paseo por el sendero.
Conversaciones con frecuencia recurren a ella… “Debe ser extraño para ti estar aquí…”, “Primera vez de regreso desde…”, “Yo también la extraño…”. Los ojos se llenan de lágrimas.
La extrañaba sobre todo en la cocina, donde a menudo estaba, elaborando el café de la mañana, preparando un aperitivo o una comida completa, contestando el teléfono, tomando notas, terminando crucigramas, siempre con una cálida bienvenida cuando llegamos de las escaleras. Probablemente habría horneado un pastel para la visita especial de su primogénito… pero no hubo pastel de bienvenida este año.
La extrañaba en la fogata también. Cómo se reía de las travesuras de los perros y las personas. Cuánto le gustaba escuchar la música. Ella sonreía con tanto orgullo y complementaba cada músico a su vez. Ella cantaba junto con los cantos favoritos y escuchaba con atención a las nuevas melodías. Este año, Abuelo estaba sentado solo en la hoguera.
Abuelo es tan triste y perdido sin ella. El amor de su vida se ha ido y la vida se siente vacía y sola y larga.
Yo entiendo. Yo también la extraño. Su vida fue un legado. Sé que está en un buen lugar con no más enfermedad o herida, pero eso no disminuye nuestro dolor aquí. Sólo ha pasado un año, pero su ausencia se va a sentir para siempre. ♥
¿Has perdido a alguien especial? ¿Hay lugares o momentos especiales que te recuerdan a ellos?
Como siempre tocas fibras sensibles… Nuestros queridos ausentes no están más físicamente, pero como bien lo dijiste, dejan su legado… No sólo en las cosas que hicieron, sino en nuestras propias vidas pues con sus enseñanzas, historias, vivencias nos enriquecen y nos conforman en quienes somos… Ahí, en nuestro corazón vivirán siempre… Un abrazo. Dios los bendiga!
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Muchas gracias, Fer! Sí, es cierto, nuestros queridos dejan su legado en nuestra vida y nos hacen mejor por su influencia y su amor. Te aprecio!
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Mi querida Terry, creo que me tomaste en un momento muy sensible, porque no pude evitar lágrimas en mis ojos al recordar a mi papá. Usualmente él nos esperaba sentado en el corredor de nuestra casa, algo parecido al porche. Siempre tenía una sonrisa para recibirnos y ofrecernos algo para comer. Y ahora ese lugar esta vacío. Pero doy gracias a Dios, porque si tengo buenos recuerdos de él. Que triste sería si no tuviera esos recuerdos.
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Sí, mi Charo, te entiendo muy bien. Es difícil no tener a las personas especiales a nuestro lado y el saber que – en este lado del cielo – no los vamos a ver más. Pero los recuerdos, sí, continuan en nuestro mente para siempre y nos dan algo de paz y confort. Los abrazos de las amigas tmb ayudan con el vacio 🙂 Te mando un gran abrazo desde acá. TQM
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Perder un ser querido siempre nos traera añoranzas y siempre asociaremos cosas olores sabores lugares juegos o algo especial que haciamos con ellos….
Tal vez por eso seria bueno dejar buenos momentoz y recurdos con los seres queridos….
Como los que tenemos nosotras amiga te mando oxoxoxoxooxoxoxo
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Así es mi Maytetóteles! Creo que por eso siempre me gustaban las tradiciones y el hacer eventos especiales aún de lo común… me son un regalo que nunca se pierde ni se arruina… que puedo llevar conmigo dondequiera que anda… te quiero tmb, amiga! XXOOXXOO
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