“Un problema que algunos equipos tienen es asumir
que son un equipo… cuando no lo son.”
Mark Miller
Acabo de regresar a casa después de un viaje de 10 días a la Ciudad de Panamá, Panamá. Fui parte de una conferencia del área de América Latina dirigida tanto al personal de Desarrollo de Liderazgo/Recursos Humanos (DLRH) como al personal de Operaciones de mi organización. Fue una reunión histórica; nunca habíamos tenido tantos países con representantes para esos puestos… y tampoco habíamos tenido una reunión todos juntos para enfatizar lo importante que las alianzas son en nuestro trabajo.
Me encantó la oportunidad de mentorear y entrenar a los nuevos líderes de DLRH. Fue emocionante ver su pasión y visión ser transformadas en un profundo entendimiento y pasos de acción. Estoy convencida de que habrá mucho progreso en cómo esta importante gente cuida y desarrolla al personal y a los voluntarios en sus respectivos países.
También pude disfrutar el trabajar con mi Equipo de Área de América Latina para dirigir el evento, dar las lecciones y considerar los siguientes pasos hacia el futuro. Ya que somos un equipo virtual – todos vivimos en diferentes países y nos reunimos por lo general solo por Skype – fue un gusto interactuar juntos. Antes de irme a este viaje, leí un artículo acerca de la diferencia entre grupos de trabajo y “verdaderos equipos”. Algunos de mis compañeros de equipo pusieron en práctica estos principios de verdaderos equipos mientras estuvimos juntos.
Conectar – “¿Cómo estás?”
Algunos de mis compañeros de equipo mostraron un interés genuino en mí como persona. Hicieron preguntas acerca de cómo estaba, comentarios que hice y mi vida personal – no solo trabajo. Me motivaron después de exponer alguna sesión y me dieron retroalimentación sincera acerca de lo que puedo mejorar. Me invitaron a comer junto con ellos, a ayudarle con algunas de sus tareas y a dar mi opinión en proyectos. No eramos individuos solistas trabajando en piezas separadas de la labor; eramos interdependientes y me sentí cuidada y valorada por mis compañeros de equipo que mostraron esta característica de “verdaderos equipos”.
Profundizar – “¿Qué necesitamos?
En algunas de nuestras conversaciones, estuvimos hablando acerca de temas emocionales, estresantes, frustrantes o desafiantes. Algunos de mis compañeros de equipo evadieron o evitaron los temas complejos y conflictivos, mientras que otros iniciaron conversaciones más profundas. Valoré cuando mis compañeros retaron mis actitudes o la manera en que lidiaba con alguno de mis sentimientos. Los miembros de “verdaderos equipos” entienden que las diferencias de perspectiva y opinión son de beneficio para el equipo, por lo tanto enfrentan y resuelven malos entendidos y conflictos. Mis compañeros desarrollaron confianza cuando invirtieron el tiempo para ver los asuntos más duros y más profundos conmigo.
Soñar – ¿Hacia dónde vamos?
Además de ver los asuntos personales y conflictivos, los miembros de mi “verdadero equipo” también tomaron tiempo para soñar con el futuro junto conmigo. A pesar de que estamos conscientes de los problemas y falta de recursos materiales y humanos, también sabemos que nuestro trabajo y esfuerzo significa que estamos progresando. Tengo en alta estima las veces que hablamos acerca de construir una cultura de cuidado, de aprender de los errores, cambiar viejos paradigmas y encontrar nueva esperanza. Esa clase de conversaciones me hace querer trabajar como parte de un “verdadero equipo”.
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