La semana pasada, escuché varias canciones que en la letra decían “¡quiero volar!” Comencé a pensar acerca de los deseos que tengo de alcanzar metas, cumplir un sueño o embarcarme en un aventura. Tengo muchas ideas, pero a veces yo soy un estorbo para mí misma. He aprendido que frecuentemente tengo que detenerme y dejar de hacer algunas cosas antes de poder avanzar.
Dejar de juzgar
No me gusta ser juzgada por gente que realmente no me conoce, ni mi matrimonio, ni a mis hijos o mi situación… No creo que exista solamente una manera correcta en la cual la gente deba de hacer las cosas en este mundo, aunque a veces actúo como si mi manera de hacer las cosas fuera la única. Existe tanta creatividad y diversidad de gente; muchas veces los juicios y las criticas son erróneos porque vienen de una perspectiva incompleta, la perspectiva de lo-que-aparenta-de-afuera. Si no quiero que otros me juzguen, necesito trabajar en no juzgar a otros tampoco.
Dejar de comparar
Con frecuencia mi peor enemiga soy yo misma. Me comparo con la super-mujer fantasma de mi cabeza, creada al unir las mejores partes de cada héroe que admiro: mi jefe tan capaz, mi vecina increíblemente llena de dones creativas, mi amiga cariñosa y compasiva, mi genio e inteligente mentor, mi atleticamente cincelado entrenador. Mi super-fantasma inventado no existe en la vida real. Necesito vivir en la realidad de este mundo y no anhelar con añoranza un sueño de fantasía.
Dejar de refrenarse
A veces, todos nos sentimos inadecuados frente a ciertos desafíos y tememos el cambio. Gracias a mis increíbles amigos y familia que me apoyan, he llagado a entender que tengo una “voz” que compartir y tengo habilidades y experiencia que ofrecer. Nadie más es como yo. Si la refreno, alguien se perderá mi contribución única… ya sea en casa, en una amistad o en el trabajo. Quiero agregar valor a las relaciones y a los proyectos… para lograr eso, tengo que arriesgarme y expresar lo que yo creo.
Dejar de quejarse
Una cosa que me frustra es una mentalidad de víctima, culpar a alguien más por la falta de progreso, relaciones, salario o cualquier otra cosa deseada pero no obtenida. Por mucho que declare mi oposición a esta actitud, una honesta auto-evaluación prueba que también culpo a otros… aquellos que no me siguen estorban mi liderazgo, aquellos que no me respetan limitan mi efectividad, aquellos a quienes no les caigo bien son la causa de que la amistad se terminara. Las excusas están vacias. Simplemente necesito comprometerme a hacer y dar lo mejor de mí en cada situación… y hacerme responsable de mis resultados.
Si quiero avanzar… si “quiero volar”, necesito dejar de hacer estas cosas primero.
¿Qué necesitas dejar de hacer para avanzar en tus metas, sueños y aventuras?
Lo mas difìcil para mi es dejar de hacer las cosas que se han convertido en hàbitos en mi vida, malos hàbitos. Dicen que la mejor manera de hacer èsto es incorporando buenos hàbitos en lugar de èstos, pero eso es lo que me ha sido particularmente difìcil.
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Estoy de acuerdo, May… y con más edad, más difícil me parece quitarme los hábitos malos y ponerme nuevos buenos…pero vale la pena luchar para poder avanzar! Un abrazo!
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Gracias Terry.
Gracias por compartir esa “voz”, esas habilidades y experiencia con nosotros.
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… y gracias a ti, Eneyda, por leer mis palabras, ayudarme a mejorarlas, y animarme con tus comentarios!
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